12.10.06

DÍA DE LA HISPANIDAD: Desfile de las Fuerzas Armadas


"Es imposible seguir al soldado Regular"
Editor Bufón-Paseo de Recoletos

Grandioso desfile de las Fuerzas Armadas en la celebración de la Fiesta Nacional. Casi 4.000 militares, 200 vehículos y 80 aeronaves dieron lustre a un gran espectáculo que sólo quedó manchado por la unánime bronca del numeroso público al presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Como ya es tradición, la Familia Real subió escoltada hasta la Plaza de Colón. Allí les esperaban las autoridades políticas y, tras los saludos de rigor, sonó el Himno Nacional. El Rey y el Jefe del Estado Mayor pasaron revista a las tropas y presenciaron el descenso de tres miembros de la Brigada Paracaidista desde 1.000 metros de altura ante la misma Tribuna Presidencial. Se procedió al izado de la bandera rojigualda y se realizó el merecido homenaje a los soldados caídos en la defensa de la Patria. La Patrulla Águila puso la nota más destacada entre las unidades aéreas, aprovechando las buenas condiciones metereológicas de la mañana madrileña.
El desfile propiamente dicho lo encabezaron las unidades motorizadas y mecanizadas. Fueron especialmente aplaudidas las Unidades de Caballería Acorazada y la Unidad de Infantería Acorazada, que realizaron varias maniobras de mérito ante los asistentes. La Guardia Civil de Tráfico fue la única que arrancó un sepulcral silencio del público, sólo roto por algún comentario sobre multas y radares móviles. Un gran contraste comparado al entusiasmo que generaron el resto de las unidades de la Benemérita. Mención aparte merece el aplauso cerrado ante el paso de la bandera de los Estados Unidos, una llamada de atención a un Presidente tercermundista que hace tres años decidió deshonrarla en su primer acto de incompetencia.
Fueron de nuevo las unidades de a pie las más vitoreadas y, entre éstas, las de paso propio. La Legión, con una nueva mascota que salía por primera vez de Ceuta, dio otro memorable ejemplo de marcialidad con sus 160 pasos por minuto y los adimentos propios de su legendaria historia: camisas abiertas en el frío madrileño, barbilla al frente y rostro emocionado. Arrancaron los gritos habituales de "Viva la Legión" aunque la más cerrada ovación sería para los Regulares. El Tabor de Regulares cerró el paso de las unidades de a pie y, también acompañada por su propia banda, cantó su himno ante la localidad de nuestro reportero. No se puede describir el canto de una sola voz, totalmente cohesionado desde la primera unidad a la última, acompañado de un paso más rápido del habitual. Con las blancas capas meciéndose en la suave brisa de la mañana, el Himno de los Regulares brotó como un torrente de orgullo estremeciendo a un público entregado.
Las unidades de a caballo completaron el desfile y, excepto un ejemplar extrañamente encabritado, también dieron muestras de gran profesionalidad. A los hermosos caballos de la Batería Real, de gran tamaño, les siguieron los más ligeros del Escuadrón de Sables de la Guardia Civil.
Se dio por finalizado el desfile militar, tras lo que volvió a bajar la Familia Real en cuatro coches bajo la custodia de la Guardia Real. El Rey fue acogido por primera vez con división de opiniones, entre silencios, abucheos ("traidor" o "cobarde" fueron los gritos más repetidos) y aplausos a partes iguales. Aunque la gran pitada de la mañana estaba de nuevo reservada para Rodríguez Zapatero. Todos los coches oficiales fueron acogidos con rechazo, aunque la bandera española sobre el capó del Audi A8 anunció la llegada del presidente del Gobierno. "Hijo-de-puta, hijo-de-puta" fue el cántico dominante, aunque no faltaron algunos aislados "traidor", "maricón" y otros de más dudoso gusto.
En resumen, fue un bonito día de reencuentro entre la nación española, su Ejército y su más gloriosa Historia. A la vez sirvió para constatar el abismo insondable entre Zapatero y los ciudadanos presentes en la Parada Militar. Aunque los informativos de todo signo insistieran en que "un grupo de personas" abuchearon al Presidente del Gobierno, lo único cierto es que la totalidad de los asistentes le increparon con enorme dureza. Zapatero indicó el año pasado que era algo "natural". Dudamos lo que pensará al reproducirse los incidentes, tal vez que no toma en cuenta políticamente a lo que él llama "extrema derecha" y que en realidad reúne a los que defienden la continuidad histórica de la nación española. O simplemente considera lógico que los últimos defensores del Estado rechacen su desbocada carrera hacia la desmembración de España.

5.10.06

ACTUALIDAD: El lector Sopena



"El plural" compara a Aznar con "El rayo que no cesa"
Enric Sopena, reconocido periodista de gran objetividad política, se ha mostrado como gran lector de nuestro diario en otro glorioso artículo publicado por "El Plural", diario independiente de la red. En él nos compara con José María Aznar López, un ex-presidente del gobierno al que, a pesar de sus numerosos errores, agiganta Zapatero día a día. En su columna de opinión del día 4 de octubre, titulada "Qué osadía, qué cinismo", comienza con la siguiente frase: "José María Aznar es como el rayo que no cesa".
http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=7135

9.8.06

EDITORIAL: Día para el recuerdo


Para no olvidar

Grabad a sangre y fuego un día en vuestra memoria: 9 de agosto de 2006. España retrocedió a las tinieblas del medievo, instauró nuevas fronteras dentro de las suyas y se cerró un poco más al exterior. Desde hoy nos miraremos un poco más al ombligo, cada Comunidad se volverá hacia Cataluña y pedirá un autogobierno total que ya sabemos perfectamente donde nos dirige.

La descentralización mal entendida es corrupción de Comunidades y Ayuntamientos, consiste en acercar la llave del dinero a cada región y municipio y en crear una burocracia sobredimensionada. 17 sistemas de salud, 17 sistemas educativos, 17 caos gratuitos justificados en hechos diferenciales tan ciertos como que cada ser humano es diferente. En lugar de unir desunir, en vez de aunar esfuerzos levantamos barreras entre vecinos. Superada la exaltación fascista de la Patria, nos vemos en la obligación de defender una España unida en nombre del sentido común y de los años en que hemos crecido juntos ganando progreso y prosperidad. España es un destino común, una nave en que nos hemos embarcado y que queremos abandonar apresuradamente cuando los vientos son favorables y el barco no naufraga todavía. El Estatuto de Cataluña ha abierto la primera vía de agua y los catalanes se encaminan a los botes. Es sólo el comienzo del fin.
La izquierda se ha puesto el traje del odio cerril de los pueblos, de los nacionalismos incultos y tribales para luchar por las migajas de poder de las infinitas Administraciones locales que sobrevivirán tras la dilución del Estado. La derecha sigue con las vestimentas reaccionarias, acomplejada por su pasado e inmersa en sus enfrentamientos internos, inactiva e incapaz de ocupar el espacio de la razón que aparece incomprensiblemente vacío.
Un día cada vez más cercano seremos la única Babel moderna, donde cada uno hablará el dialecto de su valle y nada más: dejaremos de entendernos. Y, todavía peor, las competencias y fronteras serán tan difusas que ya no habrá forma de dirigir medianamente este desgraciado país. En el siglo XVI el secretario personal de Felipe II, Antonio Pérez, escapó a Zaragoza con unos documentos comprometedores para el rey y se acogió a la autoridad del Justicia de Aragón, Juan de Lanuza. Felipe II, tras ordenar detenerle, tuvo que aceptar que no tenía autoridad para hacerlo a 200 km de la capital imperial. El monarca más poderoso de la Historia del Mundo, aquél en cuyos dominios nunca se ponía el sol, no era nadie ante los fueros siendo Rey de Aragón. Ahora que España es una pequeña potencia en el siglo XXI, apañados estamos.

ACTUALIDAD: Estatuto de Cataluña


Hoy entra en vigor el nuevo Estatuto catalán
Editor Bufón

La Ley de Reforma del Estatuto de Cataluña ha entrado en vigor hoy, día 9 de agosto de 2006, transcurridos los 20 días preceptivos desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Desde hace un año, ha sido el tema central de polémica en la política nacional. Tras ser aprobado en el Parlamento de Cataluña, con el apoyo de todos los grupos excepto el Partido Popular, pasó a ser tramitado en el Congreso de los Diputados. Allí el acuerdo fue posible gracias al sorprendente pacto CiU-PSOE, que terminó con la salida de ERC del tripartito del Gobierno catalán y la convocatoria de elecciones autonómicas para el 1 de noviembre.

El Estatuto fue sometido a referéndum en Cataluña, donde acudió a las urnas el 49,41% del censo y fue apoyado por el 73,9% de los votantes. El Tribunal Constitucional maneja en estos momentos el recurso por inconstitucionalidad que interpuso el PP el pasado 31 de julio. Pero hoy ha habido celebración institucional en Cataluña. El presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, se felicitó porque "hoy ya tenemos una nueva constitución, una nueva ley fundamental en Cataluña" que, según él, "da una gran capacidad de actuación en todos los terrenos".

Según Maragall, para Cataluña, el Estado tiene un carácter meramente "residual" gracias al nuevo Estatuto. El presidente catalán consideró además que Cataluña "es, de todos los territorios de Europa que no son estados, el que más se parece a un estado" porque "puede hacer lo que quiera, en este momento". "Y lo haremos", añadió.

7.8.06

ANÁLISIS INTERNACIONAL: Hispanoamérica

El peligro del populismo

Los países políticamente más maduros de Hispanoamérica comienzan a salir de una larga oscuridad de pobreza y falta de libertades. En Colombia toma hoy posesión Álvaro Uribe, que comienza su segundo mandato tras una abrumadora victoria en las urnas. Aunque Uribe ha fracasado en su lucha contra las 'narco-guerrillas' y no ha podido erradicar el cultivo de la coca, ha saneado la política colombiana imprimiendo un sello de honradez y seriedad a una clase dirigente desprestigiada. En cuanto a México, termina mandato Vicente Fox, que acabó con 60 años de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que polarizó el poder de forma abrumadora mediante el engaño y el fraude. A Fox le sucederá su correligionario Felipe Calderón, que venció ajustadamente a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de julio.
López Obrador, ex-alcalde de la capital (México Distrito Federal), se niega a reconocer su derrota y mantiene a 20.000 personas acampadas en plena capital esperando un milagro que no se va a producir. El veterano político izquierdista, acusado de corrupción durante su alcaldía, se niega a aceptar el castigo que los mexicanos han infringido a su oratoria incendiaria y revolucionaria. El cambio en América Latina no tiene vuelta atrás y sólo anomalías como Evo Morales o Hugo Chávez nos retrotraen a los tiempos de aislamiento e indigenismo. Fox ascendió en Coca Cola México desde simple vendedor a presidente de la compañía y desde allí a la arena política; siendo universitario, Calderón pegaba carteles del PAN en plena 'dictadura silenciosa' del PRI y, a pesar de estar enemistado con Fox y sin apoyo oficial en su partido, ganó las primarias y por último las elecciones presidenciales. Se ha acabado el discurso de acción-reacción, la oligarquía terrateniente y los que dicen hablar por los desheredados no tienen sitio en la nueva Hispanoamérica. Los hombres hechos a sí mismos que han aprovechado el liberalismo económico para ascender socialmente son los gobernantes del futuro para las naciones que pugnan por emerger como los gigantes del mañana.
Como en tantos rincones del mundo, la ideología ha dejado la vieja antagonía izquierda-derecha para dividirse entre modernidad-regresión. Las vías del progreso están claras: un liberalismo económico que, sin caer en el capitalismo más salvaje, garantice un buen ritmo de crecimiento. Y por supuesto un Estado del Bienestar que garantice los derechos básicos a auténticas legiones de población empobrecida por la corrupción y la gestión desastrosa de las clases dirigentes. Es difícil terminar con tantos años de demagogia y populismo, así como exterminar las prácticas mafiosas en las Administraciones Públicas. Pero el inicio del cambio está en la huida de opciones retrógradas que hablan de refundación, justicia social y lucha de clases. En Europa, los editoriales de los grandes diarios muestran a López Obrador la única salida posible a su enquistada posición: aceptar su derrota y dejar el camino libre a Calderón por el bien de su país.
Editorial de "El País", 7-8-06
"Apenas unas horas después de que el Tribunal Electoral de México desestimara su demanda de un nuevo recuento de todos los votos de las pasadas elecciones presidenciales mexicanas, el derrotado candidato izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, ha rechazado el fallo, conminando a los miembros del tribunal a que "rectifiquen" y proclamando la continuación de la llamada "campaña civil" por la que sus partidarios bloquean la Ciudad de México.
López Obrador parece empeñado en seguir la peligrosa senda del populismo, la desestabilización del país y la deslegitimación de las instituciones que él mismo aspira a gobernar. Con su insistencia en no acatar el resultado electoral y sus "recomendaciones" a los jueces, ha perdido otra oportunidad de demostrar la categoría exigible a un presidente de un país como México."

INTERNACIONAL: Caos en Ciudad de México


López Obrador no desconvoca a sus partidarios ni reconoce la victoria de Calderón
Editor Bufón

El Tribunal Electoral de México ha anunciado que sólo se recontarán los votos del 10% de las mesas del país. La ventaja en el recuento final del candidato del Partido de Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, es ligeramente superior a los 235.000 votos y parece suficiente para mantener la victoria. El Tribunal Electoral desestimaba la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que solicitaba el recuento íntegro (41 millones de votos) en todas las mesas electorales del país.
A pesar de la decisión firme de la autoridad competente, López Obrador se niega a desmovilizar a sus seguidores que bloquean desde hace semanas las calles de la Ciudad de México. Son 20.000 los partidarios del candidato del PRD que colapsan la principal avenida de la capital desde el pasado 30 de julio, cuando López Obrador solicitó su apoyo ante el "gigantesco fraude" según él cometido por el Gobierno saliente de Vicente Fox (PAN).

5.8.06

OPINIÓN: Concierto de Joaquín Sabina


Rebelde incorregible
Progressive Journalist

En medio del verano inacabable, surgió como un aliento de aire fresco la figura de uno de los más grandes de la música española: Joaquín Sabina. El cantautor de Úbeda, pletórico de voz y facultades, nos regaló un concierto arrollador lleno de ingeniosos guiños políticos que causó las delicias de todos los asistentes.
"El otro día, venía oyendo la radio de la Santísima Conferencia Episcopal (murmullos de aprobación) y a San Federico Jiménez Losantos (risas, "éste Sabina es un mossstruo") y parecía que estábamos en guerra..." Qué bien retrató el bardo jiennense esa atmósfera absurda de los que no parecen respirar la libertad de la que disfrutamos ayer, mientras nos hablaba del Cantón del Cartagena y de ese futuro idílico en una España dividida en mil repúblicas independientes. Aparte de las inevitables referencias a las tierras que visitaba, reminiscencia inolvidable de las charangas de pueblo de los oprobiosos años del franquismo, nos regaló algunas bromas escatológicas que irritarían sin duda a los niños del Opus Dei. Ayer había que celebrar que están los nuestros en el poder, después de lo mucho que ha sufrido Sabina en los durísimos ocho años del siniestro Aznar, marcados por la censura y el vacío cultural.
La música y la voz no fueron todo lo buenas que podían, pero quedaron ocultas tras el "¡Viva Cartagena!" que, en sentido literal y figurado, entonó Sabina cada vez que pudo. Me sentí bien entre mi gente, sedientos de venganza hacia los que llaman "demagogia a lo que hago porque tienen granos en el culo". Afortunadamente, sé que no había nadie entre los espectadores que no fuera un progresista furibundo como yo, orgulloso de estar rodeado de mi gente en esa especie de 'aquelarre' popular en el que nos sentimos tan cómodos los de izquierdas. Sólo eché en falta alguna referencia a ese pobre barbudo que languidece en Cuba, tras una larga vida luchando a brazo partido por la justicia y contra el imperialismo. La ausencia de una referencia a nuestro venerado Fidel, campeón de la democracia, me hace pensar que con los años Sabina se está haciendo un conservador.

30.7.06

EDITORIAL: El matrimonio homosexual y el PP

Torpeza infinita

Cuando se aprobó la Ley sobre el Matrimonio Homosexual, se convirtió rápidamente en motivo de debate porque fue creada únicamente para eso. Para atacar a los católicos que veían innecesaria la denominación de 'matrimonio', a los constitucionalistas que advertían del erróneo uso del vocabulario legal y, por último, a los verdaderamente homófobos. A todos se los iba a meter en el mismo saco de intransigentes y retrógrados, por mucho que se aludiese a la importancia de una ley que decía esperar 100.000 matrimonios en el periodo en el que apenas se han oficiado 5.000.

Aunque en la maldad del que tiende las trampas y crea las polémicas no se puede fundamentar una defensa de la torpeza e ignorancia infinitas del Partido Popular. De nuevo el alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón, se ha mostrado el más inteligente en un gesto demagógico que ha sacado a relucir las vergüenzas de su partido. Su decisión de oficiar el matrimonio de un militante del PP le ha granjeado duras críticas por no declararse en rebeldía ante la ley. ¿Cómo se puede esperar seriedad en el Gobierno de la nación de quiénes se niegan a aplicar una ley que no quebranta libertades públicas? ¿Qué clase de imagen pretende proyectar ante la ciudadanía?
Existen rencillas entre el 'núcleo duro' del Partido Popular y Alberto Ruiz Gallardón que están en el verdadero origen de la polémica, pero ello no justifica el tono rancio de las críticas de Elorriaga o Jorge Fernández, que elevan aún más la imagen de Gallardón y dan votos al Partido Socialista. Un partido político no puede ser una 'secta' que obligue a sus miembros a infringir sus obligaciones como cargos públicos y el PP está demostrando esto y mucho más: está fuera de juego. Ser incapaz de restar votos a un Gobierno tan nefasto como el de Zapatero es resultado de mantener a Acebes o Zaplana como 'caras públicas' del partido y defender posiciones cada vez más radicales y equívocas.
La Ley sobre la Memoria Histórica es otra perversa idea de Zapatero, innecesaria y basada en esa costumbre socialista de borrar y reescribir la historia a su antojo, pero que nace con la intención principal de hundir un poco más la imagen de los populares. La posición correcta es negarse a aprobar un texto que reabre viejas heridas y que no echa abajo la Alhambra de Granada del invasor musulmán, ni los templos que construyó la Iglesia de la Inquisición ni abole la monarquía borbónica que nos ha traído a infames como Fernando VII. No se puede seleccionar un pasaje de la historia y amputarlo de las calles y memorias cuando somos hijos de él y es parte de lo que somos y seremos en el futuro. El debate de esta ley se convertirá en una pérdida de tiempo y energías, en un ejercicio estúpido de enfrentamiento entre españoles cuando hay mucho esfuerzo que hacer por el avance de nuestro país. Aunque hay muchas maneras de defender el NO y el Partido Popular no parece capaz de construir argumentos coherentes para defender una posición tan razonable. Está perdido, sin capitán y sin rumbo, regido por la torpeza infinita de los que salían por la tele el 12 de marzo.


ACTUALIDAD: La polémica boda de Gallardón


Gallardón es criticado por su partido al oficiar una boda 'gay'
Editor Bufón

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ofició ayer sábado una boda entre homosexuales como primer edil del Ayuntamiento. Uno de los contrayentes era militante del PP y al enlace asistieron otros políticos del partido como la ex-ministra Celia Villalobos, el consejero de Sanidad de la Comunidad, Manuel Lamela o varias concejales del partido en Madrid.

Al conocerse la noticia de que Gallardón presidiría el acto, el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, calificó al alcalde de Madrid de "incoherente" e "insolidario" y le pidió que fuera "consecuente" con las "decisiones adoptadas por el partido en los últimos tiempos". Después de la ceremonia, el secretario general de los populares en el Congreso, Jorge Fernández, acusó a Gallardón de convertir la boda gay "en un acto político de deslealtad al partido muy claro" al anunciar "con todo tipo de trompetería un acto de estas características", en vez de hacerlo "con toda discreción" o delegando en un concejal la celebración, como permite la ley.

No se hicieron esperar las reacciones desde las filas socialistas. "Rajoy debe salir de su silencio", explicó su portavoz en el Congreso (cuyo nombre hemos olvidado), al tiempo que consideró que el mutismo del líder del PP "parece indicar" que está de acuerdo con las "sonrojantes" acusaciones de destacados miembros del Partido Popular dirigidas contra Ruiz-Gallardón.


22.7.06

EDITORIAL: Israel en el Líbano


La mala educación


El Líbano era un pequeño país que gracias al turismo o los negocios encaró los años 70 con un horizonte de prosperidad a corto plazo. Su frágil equilibrio político, que lleva a que la Constitución asigne a las distintas religiones los puestos de responsabilidad (presidencias del país, del gobierno y del parlamento para cristianos, suníes y chiíes respectivamente) acabó degenerando en una sangrienta guerra civil (1975-80). Los campamentos palestinos en su territorio dieron lugar al invasión del territorio por Israel en 1982 y a las terribles matanzas de los campos de refugiados de Chabra y Sitila. Tras los acuerdos de paz de 1989, Israel se retiró del territorio pero Siria continuó ocupándolo de manera más o menos clara hasta 2005, cuando fue asesinado el ex-primer ministro Rafic Hariri. La implicación de personalidades sirias llevó a la retirada definitiva de las tropas por la presión internacional.
El Líbano es, desde la guerra civil, una nación con un Estado muy débil que no ha sido capaz de frenar a las guerrillas de inspiración extranjera que operan en su interior. En la última década ha tomado muchísima fuerza Hizbulá, de credo chií, que controla casi totalmente el sur del Líbano y se enfrenta continuamente a Israel cerca de la frontera. Hizbulá ha conseguido un armamento ligero e incluso pesado (misiles de largo alcance o carros blindados) gracias al apoyo logístico y económico de Irán y Siria. Las continuas incursiones de los israelíes en territorio libanés para castigar a Hizbulá han sido una tónica que demostraba una tensión constante que podía degenerar en cualquier momento en la violenta situación que vivimos.
La comunidad internacional ha vuelto a mostrarse impotente para forzar un final negociado a la crisis, pues ya ha sido incapaz de cortar la financiación de Hizbulá o de obligar a Siria a terminar su insoportable injerencia en el Líbano. El detonante ha sido el secuestro de dos soldados hebreos por parte de la guerrilla, lo que ha motivado una reacción totalmente desproporcionada de Israel que, lejos de resolver el problema del terrorismo a gran escala de Hizbulá, castiga a la sufrida población libanesa. Todos los discursos oficiales se han encaminado a esa condena del terror de los fanáticos religiosos de Hizbulá y sus financiadores (Siria e Irán) así como hacia una llamada a la calma de Israel para que detenga su poderosa maquinaria militar que amenaza con asolar a su maltrecho vecino del norte.
Sin embargo, el Gobierno de España ha protagonizado la cara más vergonzosa de la crisis. Su tibia condena hacia Hizbulá pero la enérgica protesta por la acción israelí nos lleva a una posición desastrosa por dos motivos: en lo pragmático, nos enfrenta a nuestros aliados anglosajones o israelíes una vez más y, en lo moral, nos lleva a la peligrosa condescendencia con el terrorismo yihadista que tanto cultiva el socialismo español. No se puede enviar un mensaje tan mesurado cuando una democracia se excede en respuesta a un totalitarismo atroz como el de Hizbulá, "el partido de Dios", una milicia que desestabiliza Oriente Medio desde su credo de exterminio del sionismo, el cristianismo y toda forma de gobierno civilizado.
Si Moratinos tuvo que contestar con dureza a las acusaciones de "antisemitismo", fundadas en sus acciones marcadamente pro-árabes desde que ocupa el cargo, Zapatero terminó de completar el desaguisado con su intervención el Alicante en un mitin de las Juventudes Socialistas. Volvió a cargar contra el ejecutivo de Ehud Olmert y posó ante los medios con la kufiya palestina (pañuelo de cuadros blancos y negros) que popularizó el fallecido Yasser Arafat. El presidente del Gobierno de España no puede permitirse estos resbalones en público, no se puede descolgar mezclando la Guerra de Irak con el Líbano como hizo al comienzo de la crisis ni debe permitir a su ministro de Exteriores dar espectáculos bochornosos ante diplomáticos hebreos. Suponemos que Zapatero tiene asesores internacionales y que alguien en su círculo de colaboradores será consciente de la imagen tercermundista y abyectamente antisemita que proyecta su ejecutivo. Es difícil achacar a la torpeza una política internacional irrelevante, desorientada y antisistema basada en los principios de una izquierda rancia que desapareció hace décadas y que ni sirve a los intereses de España ni al triunfo de la moral y la verdad en el mundo.

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